2 Porque quiero que sepáis qué gran lucha tengo por vosotros y por los que están en Laodicea, y por todos los que no me han visto en persona[a], 2 para que sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios[b], es decir, de Cristo, 3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. 4 Esto lo digo para que nadie os engañe con razonamientos persuasivos[c]. 5 Porque aunque estoy ausente en el cuerpo[d], sin embargo estoy con vosotros en espíritu, regocijándome al ver[e] vuestra buena disciplina[f] y la estabilidad[g] de vuestra fe en Cristo.
(LBLA)
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